Vistas de página en total

domingo, 4 de marzo de 2012

Un rostro sin cara

A veces me choco de frente con la vida,

y no tengo cinturón de seguridad ni nada.

El choque es rapido pero me deja varado.

Detenido.



Porque mi seguridad eras vos,

y mi bloqueo es tu ausencia.



Fue una tarde de Domingo,

fatídico día... Llovía.

Me dijiste:

"me voy a perseguir mi sueño".

Mientras tus pupilas eran soldados,

y tus pestañas las lanzas que portaban,

escuché tu corazón,

pero no porque estaba acostado junto a vos,

como quisiera estarlo,

sino porque tus latidos me pisaban,

como huestes arrasaban lo poco de mi,

lo poco que habiamos construido,

que era lo suficiente.

Lo suficiente para mi.



Ahora veo tu silueta frente a mi vaso.

No hay refugio para el recuerdo.

No hay latidos, no hay ojos.

Porque no se puede respirar con la angustia,

porque atado no se puede andar por la vida.

Y desatado, ni siquiera se puede vivir.






Porque nunca fui tu sueño,

pero yo te sueño



siempre...

No hay comentarios:

Publicar un comentario